Ya está aquí el otoño, y con él, los ya conocidos y temidos resfriados. La bajada de temperaturas y mayor humedad en el ambiente, junto con los cambios bruscos de temperatura que los últimos años son más agresivos conforman un cóctel que favorece la transmisión de infecciones respiratorias. Podemos decir que el resfriado común o catarro es la enfermedad más común. Sus principales síntomas son la tos, congestión, secreciones nasales o dolor de garganta entre otros.
Un resfriado es fácilmente contagioso aunque su recuperación es rápida entre una o dos semanas. Precisamente con el comienzo del curso escolar proliferan los catarros. Todos los niños están en contacto mutuo y tienen más probabilidades de contagiarse y traer los gérmenes a casa. Para prevenir un resfriado traemos los siguientes consejos.
- Lavarse siempre las manos con jabón. La higiene es muy importante, y más en este aspecto. Las personas estamos en continuo contacto entre nosotras y objetos que nos rodean. Así que estamos expuestos a gran cantidad de gérmenes y teniendo las manos limpias reduciremos las posibilidades de contraer una enfermedad que se contagie por las manos como es el resfriado común.
- Llevar siempre pañuelos desechables. Esto es porque cuando tosemos o estornudamos lo adecuado es hacerlo sobre un pañuelo para no contagiar a los demás. Y mejor si es desechable para no volver a entrar en contacto con esos gérmenes.
- Evitar los cambios bruscos de temperatura y protegerse del frío. Lo ideal es que cuando entremos a un lugar cerrado nos quitemos alguna capa de encima para que cuando salgamos de nuevo al exterior nos la volvamos a poner y el contraste no sea tan grande.
- Se recomienda ventilar la casa durante unas horas por las mañanas para evitar la acumulación de gérmenes.
- Llevar una dieta rica en vitamina C. El zumo de naranja o frutas como las fresas, el kiwi o el mango son ricas en vitamina C. Ayudan a aumentar el número y la actividad de las células que necesitaremos para combatir los virus.
- Buscar la vitamina D. El sol nos ayuda a producir esta vitamina. Pero la ausencia de este tanto en otoño como en invierno hace que tengamos que buscarla en diferentes alimentos. Pescados azules, queso o champiñones nos ayudarán a recargarnos de vitamina D. También se recomienda incluir en nuestra alimentación vegetales, omega 3 y productos naturales, ajo o cebolla.
- Evitar los estados que pueden debilitar nuestro sistema inmunológico como el estrés o la ansiedad. Para ello es importante descansar adecuadamente, hacer ejercicio habitualmente y dormir entre 7 y 8 horas.
Cabe recordar que no existe ningún tratamiento etimológico ni ninguna vacuna para curar el catarro. Simplemente algunos tipos de analgésicos para mitigar los síntomas.
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