Es probable que alguna vez te haya salido alguna ampolla durante una larga caminata o al estrenar zapatos. Entonces sabrás lo dolorosas y molestas que pueden llegar a ser, en este caso las ampollas en los pies. Generalmente aparecen por el roce continuado de la piel con una superficie dura como puede ser la zapatilla. A continuación vamos a contarte como se producen, como las podemos prevenir y como tratarlas si llegan producirse.
¿Cómo se producen las ampollas?
Como comentábamos, las ampollas surgen por la fricción de la piel de nuestros pies con el calcetín o el calzado que usamos. Se produce un despegamiento de las capas más superficiales de la piel y se acumula líquido tisular o incluso sangre si es más profunda.
Las ampollas son un problema muy común, sobre todo al realizar largos recorridos, estrenar calzado o un exceso de humedad o calor de la zona.
¿Cómo prevenirlas?
Es de vital importancia el uso de un calzado apropiado con unos buenos calcetines, que no sean excesivamente finos para prevenir las ampollas. El calzado debe de ajustar correctamente. Si es demasiado pequeño puede producir ampollas por la presión y si es demasiado grande por el roce al deslizar el pie dentro del zapato. Debemos asegurarnos que en el interior del calzado no haya costuras ni objetos extraños que pueda herir la piel. Además, es aconsejable no estrenar calzado si se va a realizar una travesía larga o simplemente vamos a llevarlos durante un largo periodo de tiempo.
No todo depende del calzado. Los pies deberán de estar lo más secos posibles ya que la humedad causará ampollas con mayor facilidad. De mantener el pie seco se encargarán los calcetines. Los cuales tienen que estar compuestos por tejidos lo más transpirables posible y que se sequen rápido.
¿Cómo debemos tratarlas?
Lo primero que NO debemos hacer si detectamos una ampolla es perforarla, ya que de esta manera podría infectarse.
En el caso de que la ampolla no se haya perforado deberás limpiarla y secarla para después aplicar un apósito hidrocoloide o parche antiampollas. Esto ayudará a prevenir el dolor, protegerla del exterior y favorecerá su cicatrización.
Si está perforada hay que limpiar la zona con agua y jabón y después desinfectar con un antiséptico para a posteriori poner el apósito.
Esperamos haber podido ayudarte. ¡Si tienes algún otro remedio o experiencia con las ampollas no dudes en compartirlo con nosotros!
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